Mensaje de la presidenta Sheinbaum en G20 Brasil sobre reforma a instituciones de gobernanza global
19 noviembre, 20242024: Año de Felipe Carrillo Puerto, benemérito del proletariado, revolucionario y defensor del Mayab
PRESIDENTA DE MÉXICO, CLAUDIA SHEINBAUM PARDO: Muchas gracias, presidente Lula.
Vivimos en una era de profundos desafíos, al menos en lo que se refiere al medio ambiente, la justicia social y la construcción de la paz.
El orden internacional creado ha perdido su eficacia para ofrecer soluciones a las crisis; las guerras en Oriente Medio y en Ucrania son una muestra tangible de ello. Por ello, debemos insistir, debemos parar la economía de la destrucción que no lleva a ningún lado más que al sufrimiento.
El sistema multilateral y el respeto al derecho internacional han perdido fuerza y hay falta de respuestas profundas en el accionar de las instituciones internacionales. Las absurdas guerras deben detenerse, para eso sirve la política; y aquí, nos sentamos para hacer política, para construir la paz y proteger a los desprotegidos, a los que sufren.
Por cierto, el planteamiento de que “la libertad está solo en el mercado” es una falsedad. ¿Cuál libertad? ¿La libertad para morir de hambre? Eso no es libertad, es olvido, es deshumanización.
No todo es mercancía, los pueblos tienen derechos: el derecho a la paz, el derecho humano a la alimentación saludable, la educación, la salud, y esa, solo puede garantizarse por la responsabilidad del Estado.
El G20 tiene la capacidad de contribuir para avanzar hacia una reforma de la gobernanza global más representativa, inclusiva y transparente, eficiente, democrática, eficaz y responsable.
En 2023, presentamos una propuesta de perspectiva, compartida por otros países, sobre la reforma del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas; se trata de un modelo que pretende dar mayor legitimidad y democracia a las decisiones de este órgano principal de las Naciones Unidas. La propuesta es ampliar el número de asientos a regiones que han estado representadas como África, América Latina y El Caribe, y los pequeños Estados Insulares.
Esto corresponde a la inclusión, el reconocimiento de naciones como iguales y una verdadera posibilidad de alcanzar soluciones para la paz, incluso, me atrevería a decir, corresponde a una visión más democrática del mundo. Democracia, inclusión, libertad y justicia guían esta propuesta.
En mi país, el pueblo de México ha decidido llevar inclusión, igualdad, democracia y justicia a ámbitos que no imaginábamos. Llamo la atención de tres reformas constitucionales que fueron aprobadas recientemente:
La primera, la elección por voto popular de las y los representantes del poder judicial, desde las y los jueces hasta la Suprema Corte de Justicia de la Nación; elección que se llevará a cabo el próximo año.
La segunda, la reforma constitucional para reconocer la igualdad sustantiva de las mujeres y el derecho a todos los derechos, incluida una vida libre de violencia, la desaparición de la brecha salarial y la paridad en todos los ámbitos de la vida política.
La tercera, el reconocimiento pleno como sujetos de derecho a los pueblos y comunidades indígenas, y afromexicanos.
Desde nuestra perspectiva, es mejor promover la inclusión y la democracia en todos los ámbitos de la vida pública. Eso sí es libertad.
La democracia decía Abraham Lincoln: “es el poder del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”; o nuestro “Benemérito de las Américas”, Benito Juárez García decía: “Todo por la razón y el derecho, nada por la fuerza” y también “con los pueblos todo, sin los pueblos nada”.
Elevemos estos principios al máximo nivel internacional; construyamos una paz duradera, dejando fuera cualquier forma de discriminación; y elevemos la inclusión, la libertad y la democracia a los mayores ámbitos para construir paz que alcance al progreso sustentable con justicia.
Muchas gracias.